martes, 21 de abril de 2015

Ministerio de Industria: del viento a la brisa

Como sucede siempre en política, el ministerio de Industria rectifica. Pero a medias. Prepara una nueva subasta de potencia eólica y biomasa, la primera desde el 2012.

No obstante, los 500 megawatios (MW) de energía eóloca y 200 de biomasa que someterá a licitación con derecho a incentivos, que no primas a la producción, que se eliminaron con efecto retroactivo; son insuficientes. En su propia planificación, el ministerio de Industria estima que se precisan entre 4.553 y 6.743 MW anuales de aquí al 2020 para cumplir con los objetivos europeos. Y con lo previsto, esto se queda muy corto.

La patronal Asociación Empresarial Eólica (AEE) critica que, una vez más, se haya preparado la nueva subasta sin consultar con el sector y advierte de que la inseguridad jurídica se mantiene, ya que la reforma legal realizada permite modificar las condiciones económicas cada seis años. El primer cambio para los cambios implicados en esta subasta se producirá en el 2019. Eso impide a los inversores estimar la rentabilidad de su proyecto más allá de los primeros años.

Esta organización calcula que la rentabilidad a la que está previsto retribuir los nuevos parques o repotenciaciones (40.000 euros por MW) es alrededor del 60% inferior a la de los parques instalados en el 2013 y el 2014. En resumen, más que energía obtenida del viento o, el ministerio de Industria parece haberse propuesto que esta provenga de la brisa, ya que sus planes dan para poco más. 

lunes, 6 de abril de 2015

Y al año NO se hizo la luz (II)

Lo comentábamos el otro día: el balance del primer año del nuevo sistema de tarifas eléctricas es más bien penoso. Facua incide en ello y asegura que la factura del usuario medio
acumula una subida interanual del 12,7% tras bajar un punto en marzo.

Según esta organización, el recibo del usuario medio ha pasado de los 66,33 euros mensuales de marzo del 2014 a los 74,73 euros del mes pasado (impuestos indirectos includos), una diferencia al alza de 8,40 euros. si lo que se quería es que el usuario pagara más, se ha lobgrado, desde luego.

Facua ha comparado la tarifa por kilowatio por hora (kWh) vigente y la tarifa media del kWh de marzo de este año aplicable al precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) con la tarifa consolidada correspondiente a marzo del 2014. El kWh de energía consumida ha subido en un año un 18,0%, mientras que el kW de potencia contratada no ha variado desde febrero de 2014 (fecha en la que subió un 17,9%).

Facua reclama al Gobierno que intervenga en el sector para que las tarifas se establezcan sobre la base de los costes reales de la generación energética y los usuarios dejen de ser víctimas de prácticas oligopolísticas. A su vez esta organización exige al Ejecutivo que asuma la sentencia dictada el pasado 23 de octubre por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). En ella se indica que los usuarios de luz y gas deben ser informados de las subidas tarifarias antes de que entren en vigor, algo que no ocurre en España. De esta forma, los consumidores españoles podrían impugnar las tarifas de los últimos años.

Según Facua, con las tarifas vigentes en marzo del 2014, el usuario medio pagaba 66,33 euros (un 17,6% menos que en marzo del 2013), 63,98 en abril, 71,46 en mayo, 75,31 en junio, 73,88 en julio, 75,87 en agosto, 80,63 en septiembre, 80,00 en octubre, 76,01 en noviembre, 76,61 en diciembre, 79,62 en enero de 2015, 75,39 en febrero y 74,73 en marzo. Los importes indicados para las facturas del usuario medio en los tres primeros meses del 2014 incluyen el descuento aplicado con posterioridad a las tarifas que se habían aprobado de forma provisional.

miércoles, 1 de abril de 2015

Y al año NO se hizo la luz

Las reformas se acostumbran a llevar a cabo para mejorar cosas que no funcionaban. En el caso de la electricidad, el balance del primer año del nuevo sistema de tarifas no puede ser más pobre.

Ni se ha simplificado el sistema porque los usuarios son incapaces de prever lo que van a pagar en el siguiente recibo. Ni la luz es más barata. Según el experto en regulación energética, Jorge Morales de Labra: "Sin reforma, los precios serían hoy un 14% más bajos". Y si se comparan con un año atrás, con la reforma aplicada, son al menos entre el 5% y el 10% más altos, según el perfil del consumidor, explica.

Otra cuestión digna de ser mencionada es la de la telegestión. En su día, el ministerio de Industria, tras anular la modalidad anterior basada en subastas trimestrales para fijar una parte del recibo, anunció que el usuario podría adaptar su consumo a los precios horarios (24 al día y 720 al mes). Pero para ello eran necesarios contadores inteligentes y las eléctricas disponen de tiempo hasta el 2019 para renovar todo el parque, aunque se hace por fases y ya deberían haberse cambiado el 35%.

Pero es que ni siquiera teniendo uno de estos medidores ya instalado se puede uno beneficiar de eso porque el Gobierno, después de un año, no ha publicado aún los protocolos y requisitos técnicos para desarrollar la telegestión. Y las eléctricas, descontentas también con la reforma aunque por otro motivos, exigen también más tiempo para adaptar sus sistemas. Lo que se aplica por ahora es un patrón general  que responde al consumo medio de todos los hogares de un mismo perfil.  

En una época electoral como la actual espero pocas novedades relevantes. Al final resultará que hace un año el Gobierno solo se trató de ganar tiempo, de imponer un parche para evitar una fuerte subida de tarifas en enero del 2014. Logró el efecto inmediato entonces, pero nos ha metido en un embrollo aún mayor, cuando podría haber acometido una verdadera reforma para introducir competencia efectiva en el mercado.

Pero nada más lejos de eso. Los únicos cambios radicales han consistido en frenar el desarrollo de las energías renovables, con un hachazo con efectos retroactivos que ha paralizado el sector, que se encuentra en los tribunales y puede salirle caro al Ejecutivo, o más bien, al conjunto de los contribuyentes. Ha provocado, además, al menos 10 demandas contra España de inversores extranjeros ante el organismo de arbitraje del Banco Mundial, el Ciadi. Todo un récord para convertirse en campeones globales de la inseguridad jurídica.

Y otro ejemplo es el impuesto al sol o mejor dicho, el gravamen aplicable a quienes producen su propia electricidad con energía solar, usen o no la red general. Y es que todo esto demuestra que seguimos siendo un país dominado por los monopolios o, como mucho, por los oligopolios.