miércoles, 30 de septiembre de 2015

La oscuridad de la luz

Si ya era difícil entender el recibo de la luz, no digamos ahora. Este jueves 1 de octubre, las eléctricas empezarán a facturar la tarifa regulada --precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC)-- a más de seis millones de clientes con contador inteligente y listo para la telegestión. Al resto de clientes con PVPC  se les seguirá aplicando el patrón medio de consumo general correspondiente el tipo de tarifa que calcula Red Eléctrica (REE).

El precio del kilowatio (kW) del 40% de la factura variará 24 veces al día o 720 veces al mes. Un galimatías. Nadie podrá saber de antemano lo que le va a costar el próximo recibo porque dudo que nadie se dedique a calcular el precio de cada hora. En general,el coste es más elevado en las horas de más demanda, por ejemplo a las siete u ocho de la mañana en días laborables, y menor en las de menor, por ejemplo a medianoche y de madrugada. En cualquier caso, todo ello está construido a partir de un mercado de generación oligopolístico que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) afirma que estudiará (una vez más). Y la pieza angular del sistema, los contadores inteligentes, aún no están operativos en todos los hogares. Las compañías deben aplicar un calendario gradual de implantación que se prolonga hasta el 2018.

¿Le servirá de algo todo ello al consumidor? Más bien de poco. El margen de ahorro aprovechando los precios horarios se podrá desarrollar en electrodomésticos que se utilizan ocasionalmente, como una plancha,un microondas, un lavavajillas o una lavadora. Unos céntimos o un euro al mes de ahorro como mucho, estiman algunos expertos. Pero el que más consume, el frigorífico, por ejemplo, difícilmente se apagará o encenderá en función de lo que cueste la luz. Seguro.

Quienes sí que que sacan más partido de la situación son las eléctricas, en especial las mayores que, además de distribuidoras (negocio regulado) tienen filiales comercializadoras en el libre mercado. Ante el temor del usuario a la imprevisibilidad de los precios les ofrecen cuotas estables con las que ganar seguridad a costa de pagar más u otros inventos comerciales con los que apenas se ahorrarán nada. De nuevo se regula en favor de los oligopolios y de espaldas a los verdaderos intereses de los consumidores. En fin, nada nuevo.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Hay viento, pero no ganas de emplearlo

Para muestra un botón. Y para demostrar el escaso interés por fomentar las energías renovables en Catalunya, los datos. Apenas el 5% de la potencia instalada en España se encuentra en esta comunidad, pese a haber sido pionera en los años 90, a ser la quinta parte de la economía y representar el 19% del consumo eléctrico.

Por eso la patronal del sector en la autonomía, Eoliccat, ha dado un toque de atención a los partidos y coaliciones que concurren a las elecciones autonómicas del 27-S. Hasta ahora, ninguna de los que ha gobernado ha dado muestras de apostar claramente por estas energías fomentadas desde la Unión Europea (UE). A los datos me remito.

En el mismo documento, Eoliccat se hacen varias propuestas que pasan por las manos del Ejecutivo autonómico y que abarcan desde una mayor agilidad en la tramitación burocrática de los permisos hasta un nuevo mapa eólico. El vigente, además de anticuado deja fuera de la posibilidad de construir parques eólicos a la mayoría de zonas con un recurso eólico de más de 3.200 horas. Seguro que se puede compatibilizar respeto con el medioambiente con la cobertura de las necesidades energéticas.

Porque, al margen de la hidroeléctrica y de la nuclear (que requiere uranio y tiene un riesgo inherente muy importante, aparte de la gestión de los residuos) solo las energías renovables permiten ganar autonomía y reducir la dependencia de combustibles fósiles, caros (aunque ahora menos) y contaminantes. Y eso son opciones políticas que las distintas fuerzas que concurren a las comicios del 27-S deben explicar. Al igual que un pacto sobre la energía. Ahora que hay elecciones todos se muestran dispuestos pero luego... Ya veremos ¿Se lo llevará el viento?

martes, 1 de septiembre de 2015

Inversión colectiva en una minicentral hidroeléctrica


La cooperativa Som Energia ha vuelto a innovar. En cuestión de un par de horas ha cerrado una emisión de capital de 800.000 euros con la que financiar la compra de una minicentral hidroeléctrica de un megawatio (MW) de potencia en Valteína, cerca cde Peñafiel (Valladolid).
El objetivo de la operación es seguir aumentando la capacidad de producción energética renovable propia. La minicentral adquirida, construída en 1947, estuvo parada hasta el 2004, cuando volvió a ponerse en marcha. La central tiene prima hasta el 2028, un total de 187.000 euros anuales. La cooperativa calcula una rentabilidad de entre el 9% y el 13%.
La cooperativa promueve también nuevas instalaciones renovables a través de otro modelo de inversión participada llamado Generation kWh (www.generationkwh.org). Este modelo permite invertir para impulsar proyectos que generen la electricidad que usa una familia o empresa durante los próximos 25 años.